Ancianos: ¿cuánto
cuesta brindarles una atención adecuada?
La
atención de una persona mayor, a partir de los 65 años, cuesta unos
10.000 euros al año
María Sol Fabi
En el último siglo se ha podido observar cómo los avances de la
medicina y de la ciencia han propiciado un notable aumento de la
esperanza de vida en todo el mundo. Y los españoles no escapamos a
esta tendencia: cada vez vivimos más y en mejores condiciones. Pese a
estos adelantos, un estudio revela que a partir de los 65 años, un
tercio de los años que resten por vivir transcurrirán en estado de
dependencia, es decir, con asistencia por parte de terceros en el
desarrollo de las actividades diarias.
Se estima que los cuidados básicos requeridos de media para cuidar a
una persona mayor de 65 años en nuestro país ascienden 10.000 euros
anuales. Según los cálculos, un hombre que hoy tiene 65 años gastará
en su propio cuidado 57.000 euros durante los próximos tres años. Las
mujeres, en cambio, tienen un gasto estimado que supera en 22.000
euros esa cifra.
Según los cálculos, un hombre que hoy tiene 65 años gastará en su
propio cuidado 57.000 euros durante los próximos tres años. Las
mujeres, en cambio, tienen un gasto estimado que supera en 22.000
euros esa cifra.
Según
datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la actualidad
viven en España casi tres millones y medio personas discapacitadas o
con alguna dependencia. De ellas, dos millones -dos
tercios del total- son mayores de 65 años. Los datos se desprenden
del estudio titulado 'Longevidad y dependencia en España:
consecuencias sociales y económicas'. En el informe, los
especialistas abordaron el fenómeno de la dependencia en sus
distintos grados y calcularon las consecuencias económicas que estas
situaciones implican cuando están asociadas a la vejez.
Estos
investigadores realizaron una estimación de cuánto dinero necesita
invertir un anciano dependiente para su correcta atención. Y para
realizar esta valoración, tuvieron en cuenta dos factores: los años
que se espera que la persona viva con cada grado de discapacidad y
los cuidados necesarios correspondientes para cada uno de estos
niveles, con el coste que eso implica. Este cálculo dependerá a su
vez del tiempo en que sea necesario mantener este tipo de
asistencia, ya que una mayor duración de la demanda de servicios
implicará también un mayor costo.
Esperanza de vida y cuidados de larga duración El estudio sostiene
que en los hombres de 65 años la esperanza de vida supera los 16
años, de manera que sus vidas se prolongan -de media- hacia los 81
años. De esos 16 años, el 29% trascurrirá en situación de
dependencia. Por lo tanto, al superar los 80 años se produce un punto
de inflexión en el que la proporción de años activos o sin
dificultades disminuye considerablemente.
Para las mujeres las cifras son distintas. A los 65 años su
expectativa de vida es mayor a las dos décadas. De este período, el
38% transcurrirá en estado de discapacidad. De este modo, se
concluye que las mujeres viven más años que los hombres, pero en
peores condiciones. Y otra diferencia: el punto de inflexión femenino
llega antes, a los 76.
Para calcular la inversión en el cuidado de estas personas, los
investigadores establecieron una modalidad de cuidados mixta, que
combina la atención brindada en el domicilio de la persona, con
cuidados en centros de día y en centros residenciales de acuerdo al
grado de discapacidad. De este modo, se considera que una persona con
dependencia moderada precisa tres horas diarias de atención
domiciliaria para realizar sus actividades básicas, con un coste
anual de 9.000 euros. Por lo tanto, un individuo con discapacidad
severa necesitará asistir a un centro de día, además de recibir
durante una hora diaria atención en su vivienda.
Estas prestaciones, por año, tienen un valor de 8.000 euros de media.
No menos importante es el último capítulo, donde se revela que ante
un cuadro de discapacidad total, se requiere que el
paciente sea internado en una residencia especializada, cuyo coste
asciende a casi 13.000 euros por año. De esta manera, el coste medio
anual es de 10.000 euros.
Los especialistas han realizado una proyección para el año 2010 sobre
cuánto costarán los cuidados de larga duración -desde la edad de
inicio de la dependencia hasta el fallecimiento-. La estimación se
concreta así: para los hombres, el coste individual medio esperado de
la atención -a partir de los 65 años- ascendería 57.000 euros
aproximadamente. Mientras que para las mujeres -como su esperanza de
vida es mayor- sería de 85.000 euros. En cambio, si se consideran los
cuidados desde los 85 años hasta el fallecimiento, el coste esperado
sería de 32.000 euros para los hombres y 57.000 euros para las
mujeres.
Las mujeres, en peor situación
El gasto total de cuidados de larga duración es más difícil de
calcular en el caso de las mujeres respecto al de los hombres. Esto
se debe a que ellas representan una tasa de discapacidad superior y
tienen una mayor dependencia a la hora de realizar tareas diarias.
No obstante, hay que aclarar que respecto de los hombres, las mujeres
padecen discapacidades de menor gravedad y su elevada longevidad
implica una mayor necesidad de atención en el tiempo. Es necesario
aclarar, además, que el nivel de dependencia se determina por el
grado de dificultad que presenta una persona para desenvolverse por
su cuenta. A su vez, esta dificultad depende de las discapacidades y
del uso de ayudas técnicas que pueden reducir o eliminar tales
dificultades (sillas de ruedas o bastones, por ejemplo).
Ley de Dependencia
La Ley 39/2006, conocida como Ley de Dependencia, considera que una
persona es dependiente cuando no puede realizar sin ayuda algunas de
las actividades básicas de la vida diaria relacionadas con el cuidado
personal, la movilidad dentro del hogar o las funciones mentales
básicas. Además, la norma distingue tres grados de dependencia:
moderada, severa y total. La primera incluye a las personas que
necesitan asistencia para hacer varias actividades, al menos una vez
al día. La segunda se presenta cuando la persona requiere ayuda más
de una vez por día. Dentro de la tercera categoría se incluye a
quienes precisan de un cuidador permanente.
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Fonte: Enviado por
[email protected], em
11/03/2007.