El consumo de verduras y frutas es un factor protector

frente a enfermedades crónicas...

 

Dr. Mariano Winograd. Argentina ([email protected])

 

Antecedentes

Un adecuado consumo de verduras y frutas constituye un importante factor protector frente a enfermedades crónicas asociadas a la alimentación como ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y diabetes.

 

La cantidad de frutas y verduras recomendada por la OMS para conseguir estos beneficios es de al menos 400 gramos al día.

 

La meta de la iniciativa OMS/ FAO para la promoción de frutas y verduras es fortalecer, promover y proteger la salud, en el contexto de una dieta saludable, guiando el desarrollo de acciones sostenibles a nivel de la comunidad, nacional y global que conduzcan a reducir el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación a través del aumento del consumo de verduras y frutas.

 

Los objetivos específicos de esta iniciativa son:

 

  • Aumentar la preocupación y comprensión del rol de las verduras y frutas en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles.

  • Aumentar el consumo de frutas y verduras por medio de acciones de salud pública y agricultura.

  • Fomentar y apoyar al desarrollo e implementación de programas nacionales de promoción de frutas y verduras, sostenibles, que comprometan a todos los sectores incluidos la sociedad civil y el sector privado.

  • Apoyar la investigación en un amplio espectro de áreas relacionadas con la promoción, producción y consumo de frutas y verduras y con el desarrollo de recursos humanos para diseñar e implementar dichas actividades.

 

Sin embargo la tendencia general de consumo de frutas y verduras de los países es baja, llegando a ocupar un lugar entre los 10 principales factores de riesgo de mortalidad y morbilidad a nivel mundial.

 

En América la situación responde a la realidad global, lo que se refleja en nuestros problemas de salud que emergen y prevalecen en nuestros países.

 

El presente documento analiza el escenario relativo al contexto continental, tal como fuera discutido en el segundo congreso panamericano, y pretende ser una herramienta que contribuya a una toma de decisiones pertinente en cuanto a la promoción del consumo de frutas y verduras a nivel local.

 

Declaración

 

Ortodoxia y Heterodoxia: El Plan Perfecto!

 

Durante la primer semana de mayo de 2006 se llevó a cabo en Mendoza, Argentina, el 2do Congreso Panamericano de la Promoción del Consumo de Verduras y Frutas. Organizado por 5 al día Argentina, bajo el auspicio del Municipio de Guaymallén y OSEP, y con el patrocinio de la OMS, OPS y la FAO, se dieron cita representantes de 12 países latinoamericanos de las mas diversas disciplinas.

 

Los resultados del encuentro fueron altamente auspiciosos en tanto se identificaron importantes coincidencias sobre cómo abordar con éxito el desafío de la promoción del consumo saludable, tales como:

 

Consenso en el objetivo y Diversidad de actores


Desde todas la disciplinas presentes - gobierno, científicos, especialistas en marketing, publicidad y comunicación, profesionales de la salud, políticos, representantes de mercados concentradores, productores, educadores, etc.- hubo consenso acerca de la relevancia de la promoción de hábitos de consumos saludables, y en particular la importancia de incluir mayor cantidad de frutas y hortalizas en la ingesta diaria como factor preponderante en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, cáncer, cardiovasculares, obesidad y trastornos alimentarios. Ya es un tema de todos y no sólo de los organismos de salud. La conciencia generalizada es sin dudas un acelerador hacia acciones mas concretas y comprometidas.

 

Intersectorialidad y Asociatividad


Logrado el consenso sobre la necesidad de estimular el consumo de frutas y verduras, uno de los factores clave de éxito es promover la asociatividad y trabajo en conjunto a lo largo de la cadena alimentaria y de los sectores relacionados directa e indirectamente a esta.

 

Si bien no todos los países han logrado idénticas alianzas, es una constante la tendencia a la integración entre sectores para abordar temas tales como:

 

  • la prevención en salud - desnutrición, malnutrición, Obesidad, ENT, sedentarismo, etc -;

  • el rol ineludible de la educación básica en la adopción de hábitos saludables;

  • la necesidad de llegar a cada ámbito de desarrollo de la vida de las personas - educativo, laboral, familiar, esparcimiento -;

  • la armonización con políticas de desarrollo social y ambiental;

  • la definición del marco regulatorio adecuado;

  • la recuperación de peculiaridades culturales que permitan

  • la rápida apropiación de los programas; el

  • crecimiento del sector productivo y su cadena de valor, la reactivación y sostenimiento de las economías regionales que permita una mayor accesibilidad al consumidor;

  • la responsabilidad social empresaria-

  • desde los modos de producción hasta la alimentación laboral, etc. -;

  • el mercado interno como un reaseguro de la exportación;

  • la consolidación de redes de abastecimiento que aseguren disponibilidad;

  • la calificación y exigencias del consumidor en temas de calidad, inocuidad, seguridad alimentaria;

  • la importancia de la comunicación de la mano de los medios masivos y especializados;

  • la investigación y desarrollo en temas de salud, nutrición, producción, mercados, comunicación, etc.; la medición de resultados de los programas para generar avances sucesivos.

 

Trabajo en Red


La asociatividad y el apoyo mutuo promueve a la creación de una red de comunicación e integración de experiencias. En suma se trata de establecer alianzas virtuosas, dentro de cada país y en la región, bajo un funcionamiento colaborativo que permita encontrar los atajos hacia los mejores resultados.

 

Adoptar la estrategia del trabajo en pinzas, ensayando acciones desde diferentes ámbitos, allí donde sea posible. Intensificar la comunicación del valor de nuestros programas y rescatar el disfrute junto a los aspectos funcionales: el consumo no como una prescripción médica sino como imperativo cultural y social.

 

Desarrollar programas de sensibilización y localización de los programas que nos permitan recuperar el patrimonio cultural - culinario, tradiciones locales -, recuperar la diversidad de productos, recuperar los hábitos y patrones de consumo, recuperar el placer del consumo, recuperar el valor del sector de F&V.

 

Sinergia y Sustentabilidad


Si bien la promoción del consumo saludable es un programa de clara naturaleza social, no obstante hay que destacar que en la suma de voluntades, ortodoxias y heterodoxias de todos quienes nos dimos cita en Guaymallén, hemos dado con un plan perfecto, según la óptica del mercado y de la construcción social: la salud vende!.

 

Y esto no es casual, las agendas de unos y otros cuentan día tras día con mas puntos en común: sustentabilidad social, ambiental y económica; la creación de alianzas estratégicas no tradicionales, responsabilidad social empresaria; revalorización del patrimonio cultural, social y productivos local, etc.

 

Disponer de un plan que cuenta con tantos beneficios y tan poco detractores es un capital de incuestionable valor. Nos permite superar el voluntarismo y pasar a la acción para la creación de capital social y capital económico.

 

Nos permite desmitificar: la buena alimentación, el acceso a frutas y verduras, no es una cuestión de ricos ni de pobres. Nos permite quebrar distorsiones: porque mayor demanda es mayor producción, mayor volumen de ventas es mayor renta, a la vez que la comercialización de productos con mayor valor percibido redunda en mejores precios.

 

En suma contamos con un plan Ortodoxo, lo respaldan las leyes del mercado. Heterodoxo, porque cada país ha encontrado sus propios atajos para iniciar y dar velocidad a la instalación del concepto y la adopción de programas de acción. Perfecto, porque es un plan en el que todos ganamos.

 

La expansión del consumo de frutas y hortalizas activa un ciclo virtuoso: mejora la calidad de vida de las personas, genera riquezas en los sectores directamente vinculados a la cadena de suministro, a la vez que disminuye el gasto en salud, liberando fondos para otras inversiones de promoción social, cultural o económica. Transformar el "gasto" en "inversión" es una forma de multiplicar recursos presentes y futuros, y nosotros tenemos la llave para lograrlo.

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Fonte: Mayores em Movimiento, enviado por [email protected] em 12/03/2007.