El entusiasmo:
una recompensa extra
Mary
y Ken Gergen
Tener
ánimo entusiasta para vivir es en sí mismo tomar un placer muy
energético en los potenciadores vitales. Vivir con entusiasmo es,
entonces, simplemente una manera de vivir que recompensa. Sin
embargo, la investigación reciente sugiere que hay una ventaja
adicional de considerable significación: vivir más. Se podría decir
que el cuerpo recompensa a los que lo utilizan bien.
En este caso, los investigadores estudiaron a 320 octogenarios suecos
a lo largo de 10 años. Al comienzo del estudio utilizaron parámetros
de distinción entre aquellos que tenían un elevado ánimo para la vida
y una actitud feliz y optimista con los que tenían un bajo registro
de esos indicadores. Algunas de las cuestiones que usaron para
testear el "ánimo" fueron: "¿Soy tan feliz como cuando era más
joven?"; "¿Son éstos los mejores años de mi vida?", y "He tenido más
quebrantos en la vida que la mayor parte de la gente que conozco." Su
preocupación residía en si los dos grupos se diferenciarían en su
longevidad.
Los
resultados fueron dramáticos: los que tenían menos entusiasmo para
vivir presentaron un riesgo de muerte dos veces mayor que los que
calificaron en el distrito estadístico más alto, aún cuando se
tuvieran en cuenta el sexo, la edad, el número de enfermedades
graves, y la fragilidad. Los investigadores también eliminaron las
consecuencias de pertenecer a una determinada clase social, la
tendencia a la depresión, y los funcionamientos social y
cognoscitivo. El hecho de haber sido un "personaje importante" cuando
uno fue más joven tampoco contó para mucho. Aun cuando la gente
sufría de graves enfermedades, su mortalidad todavía estaba
relacionada más estrechamente con su ánimo para la vida que con sus
enfermedades.
Claramente, tener ánimo para vivir parece contribuir a una vida larga
y satisfactoria. Entonces, nos preguntamos: ¿qué pasa si uno no se
siente entusiasta y animoso? ¿Sugieren estos resultados que el ánimo
está ya construido en la personalidad, y que por los 80 años de edad
una debería aceptar su sino? ¿Es posible crear un ánimo para la vida?
Esta pregunta es tan difícil de contestar, como lo es de importante.
Invitamos a nuestros lectores a que nos comenten respecto a las
potencialidades para el cambio en los últimos años de la vida. De
cualquier modo, a partir de los numerosos estudios de investigación
que hemos descrito en el boletín durante los años pasados, sentimos
que hay lugar para el optimismo. Uno de los contribuyentes más
importantes a nuestras inversiones en la vida reside en nuestras
relaciones. La mayor parte de nuestra motivación, nuestro deseo,
nuestra alegría, se genera dentro de las relaciones con los demás.
Los logros y los acontecimientos que pudieran parecer de otra manera
triviales (por ejemplo, ganar una partida de Monopolio, cultivar
vegetales, participar en una exposición de arte aficionado, comprarse
zapatos) pueden ser más interesantes al hacerlo en compañía de los
seres queridos. Las relaciones bien cultivadas son huertas del ánimo.
Un importante recordatorio durante esta época de reconocimiento (N.del
T: los autores se refieren al Día de Acción de Gracias o Thanksgiving
Day, que en Estados Unidos se celebra el cuarto jueves de noviembre.)
De: Satisfaction with Present Life Predicts Survival in
Octogenarians (La satisfacción con su vida actual predice la
supervivencia en los octogenarios), por Tiina-Mari Lyra, Timo M.
Tormakangas, Sanna Read, Taina Rantanen y Stig Berg. El diario de la
gerontología: Ciencias psicológicas, 2006, 61B, P3199-P326.
_______________________________
Fonte:
Boletin Del Envejecimiento Positivo - noviembre - diciembre 2006.
Número 28. Por Kenneth y Mary Gergen. Traducido por Mario A.
Ravazzola; supervisado por la Dra. María Cristina Ravazzola de
Mazières:
http://www.healthandage.com